Se trata de abordar el conocimiento de lo social como un conjunto estructurado a partir de dispositivos que articulan las relaciones y orientan las conductas.
El análisis de este campo de lo social nos informará en primer lugar acerca de los elementos y después sobre los niveles de funcionamiento de los social, mostrará que al mismo tiempo el tejido social es una trama cargada de diversos componentes.
Para estudiar en primer lugar los elementos del campo social atenderemos a dos formas particulares que representan de algún modo los polos principales:
1) En la base se encuentra La Cultura. No es una realidad en sí misma, sino lo que conforma la realidad para hacerla social a través de un conjunto complejo de factores tales como los aprendizajes diversos que conciernen a la manera de ser social de los individuos y de los grupos en una sociedad determinada. Entre tales factores se otorgará una gran importancia a las ideologías que muestran cómo se expresa una cultura.
2) Al lado de la cultura, representa otro polo el tipo de conocimiento que elaboramos respecto de lo social. La noción de Cognicicón Social designa diversos procesos mentales por los que los individuos califican la realidad y la interpretan para darle sentido. Estos mecanismos tienden a mostrar que lo social se halla determinados por una relación cognitiva con lo social que lo estructura como un campo de representaciones subjetivas, subrayando así la importancia de lo que los individuos conciben como la "forma" adoptada por la realidad.
La Cultura y el Conocimiento de lo social representan pues un repertorio básico a partir del cual se considera lo social. La realidad social se halla estructurada por unos dispositivos que constituyen el campo en cuyo seno se manifiestan las interacciones y los fenómenos individuales y colectivos; pueden compararse a una especie de trama subyacente al conjunto de situaciones en las que nos hallamos insertos. Esta estructuración de lo social hace aparecer varios niveles; sólo se considerarán los tres principales:
1- El nivel Grupal; que ha sido en psicología social objetos de estudios muy numerosos y variados, es uno de los modos básicos de inserción en donde el individuo desarrolla relaciones directas y personales con otros.
2- El nivel Institucional, que define el conjunto de sistemas que modela esas relaciones según modalidades socialmente constrictivas, inscribiéndolas en tipos de organización y unos modos de funcionamiento que vamos a precisar.
3- El nivel ambiental, que analiza la importancia del contexto en el que tiene lugar los fenómenos, en términos de entorno físico y social.
Estos diferentes aspectos del campo social se interpretan, coexisten y crean una dinámica social donde se pone en juego los temas de las normas, el control social, el poder, la violencia social, la diferenciación social, así también como el cambio social.
La cultura reagrupa un conjunto de hechos de la vida social que pueden ser analizados y explicados.
La cultura o civilización, considerada en un sentido etnológico amplio, es un conjunto complejo que engloba los conocimientos, las creencias, las artes, la moral, las leyes, las costumbres así como las otras capacidades y los demás hábitos adquiridos por el hombre en cuanto miembro de una sociedad.
Linton (1954-1968) muestra, cuando se refiere a la cultura, al modo de vida global de una sociedad; para él, se trata de una totalidad que concierne al conjunto de los modos de vivir característicos de una sociedad específica, incluyedo tanto ocupaciones domésticas (lavar los platos), como la conducción de un atomóvil. Muestra como la cultura determina unos tipos de personalidad cuyas expresiones son comunes a los miembros de un grupo en la medida en que los diferentes comportamientos se hallan organizados en un conjunto modelado. En este sentido, la cultura es la configuración de los comportamientos aprendidos cuyos elementos componentes son compartidos y transmitidos por los miembros de una determinada sociedad. (Linton 1954).
Malinowiski (1947) propondrá una teoría de la cultura a partir de su experiencia en las islas Trobiands. La orientación esencial de su empeño está basada en el hecho de que todos los aspectos de la cultura se encuentran ligados entre sí y constituyen un todo significativo; la función de un elemento cultural viene determinada por el puesto que ocupa en el contexto total y por la relacion que mantiene con los demás elementos. Todas las dimensiones de la cultura están de este modo funcionalmente integradas y pueden ser explicadas por la interdependencia de los diversos componentes que constituyen un todo.
En estas condiciones, la observación de un hecho cultural no se refiere solamente a la comprensión del funcionamiento social, sino que consiste también en averiguar porque existen los hechos culturales. Sobre estas bases Malinowiski construye una teoría de la cultura como sistema capaz de responder a la satisfacción de las necesidades humanas. Distingue tres necesidades:
a) Las necesidades básicas (alimentación, vivienda).
b) Las necesidades derivadas que resultan de la vida en grupo. (Educación, comunicación).
c) Las necesidades integradoras o sintéticas (religión).
A cada tipo de necesidad corresponde una respuesta cultural. El análisis de la cultura debe permitir comprender como cada uno de sus elementos, puede contribuir a la satisfacción de un tipo de necesidades. Fundamentalmente, la cultura es pues un instrumento de supervivencia biológica. El ejemplo de la Kula (Malinowiski 1963), permite captar esta relación entre necesidad y cultura.
La KULA: es un sistema elaborado de intercambios que estructura toda la vida social y cultural de los Trobiandeses. Se trata de un tipo de transacción de objetos preciados, como collares rojos y brazaletes blancos confeccionados con conchas. Este sistema de intercambios, que se desarrolla en un circuito particular, destaca no sólo las características psicológicas de la personalidad trobiandesa, confianza en sí mismo, habilidad y generosidad, sino una valoración social ligada a tal intercambio. Así la Kula constituye una institución central en la medida que condiciona todos los demás aspectos de la vida social; los intercambios económicos tienen lugar en ocasión de la Kula; un aspecto esencial de la tecnología está también orientado hacia ésta. Al igual que sucede con las actividades rituales, que cobran todo su sentido en las transacciones semestrales de collares y brazaletes.
Aunque la teoria de Malinowiski haya sido objeto de muchas críticas referidas a su concepción de las necesidades, ha mostrado sin embargo que en una cultura todo se relaciona. Cualquiera sea el aspecto que se aborde, se encuentra siempre la totalidad de una sociedad que funciona como un conjunto significativo.
El análisis de este campo de lo social nos informará en primer lugar acerca de los elementos y después sobre los niveles de funcionamiento de los social, mostrará que al mismo tiempo el tejido social es una trama cargada de diversos componentes.
Para estudiar en primer lugar los elementos del campo social atenderemos a dos formas particulares que representan de algún modo los polos principales:
1) En la base se encuentra La Cultura. No es una realidad en sí misma, sino lo que conforma la realidad para hacerla social a través de un conjunto complejo de factores tales como los aprendizajes diversos que conciernen a la manera de ser social de los individuos y de los grupos en una sociedad determinada. Entre tales factores se otorgará una gran importancia a las ideologías que muestran cómo se expresa una cultura.
2) Al lado de la cultura, representa otro polo el tipo de conocimiento que elaboramos respecto de lo social. La noción de Cognicicón Social designa diversos procesos mentales por los que los individuos califican la realidad y la interpretan para darle sentido. Estos mecanismos tienden a mostrar que lo social se halla determinados por una relación cognitiva con lo social que lo estructura como un campo de representaciones subjetivas, subrayando así la importancia de lo que los individuos conciben como la "forma" adoptada por la realidad.
La Cultura y el Conocimiento de lo social representan pues un repertorio básico a partir del cual se considera lo social. La realidad social se halla estructurada por unos dispositivos que constituyen el campo en cuyo seno se manifiestan las interacciones y los fenómenos individuales y colectivos; pueden compararse a una especie de trama subyacente al conjunto de situaciones en las que nos hallamos insertos. Esta estructuración de lo social hace aparecer varios niveles; sólo se considerarán los tres principales:
1- El nivel Grupal; que ha sido en psicología social objetos de estudios muy numerosos y variados, es uno de los modos básicos de inserción en donde el individuo desarrolla relaciones directas y personales con otros.
2- El nivel Institucional, que define el conjunto de sistemas que modela esas relaciones según modalidades socialmente constrictivas, inscribiéndolas en tipos de organización y unos modos de funcionamiento que vamos a precisar.
3- El nivel ambiental, que analiza la importancia del contexto en el que tiene lugar los fenómenos, en términos de entorno físico y social.
Estos diferentes aspectos del campo social se interpretan, coexisten y crean una dinámica social donde se pone en juego los temas de las normas, el control social, el poder, la violencia social, la diferenciación social, así también como el cambio social.
La cultura reagrupa un conjunto de hechos de la vida social que pueden ser analizados y explicados.
La cultura o civilización, considerada en un sentido etnológico amplio, es un conjunto complejo que engloba los conocimientos, las creencias, las artes, la moral, las leyes, las costumbres así como las otras capacidades y los demás hábitos adquiridos por el hombre en cuanto miembro de una sociedad.
Linton (1954-1968) muestra, cuando se refiere a la cultura, al modo de vida global de una sociedad; para él, se trata de una totalidad que concierne al conjunto de los modos de vivir característicos de una sociedad específica, incluyedo tanto ocupaciones domésticas (lavar los platos), como la conducción de un atomóvil. Muestra como la cultura determina unos tipos de personalidad cuyas expresiones son comunes a los miembros de un grupo en la medida en que los diferentes comportamientos se hallan organizados en un conjunto modelado. En este sentido, la cultura es la configuración de los comportamientos aprendidos cuyos elementos componentes son compartidos y transmitidos por los miembros de una determinada sociedad. (Linton 1954).
Malinowiski (1947) propondrá una teoría de la cultura a partir de su experiencia en las islas Trobiands. La orientación esencial de su empeño está basada en el hecho de que todos los aspectos de la cultura se encuentran ligados entre sí y constituyen un todo significativo; la función de un elemento cultural viene determinada por el puesto que ocupa en el contexto total y por la relacion que mantiene con los demás elementos. Todas las dimensiones de la cultura están de este modo funcionalmente integradas y pueden ser explicadas por la interdependencia de los diversos componentes que constituyen un todo.
En estas condiciones, la observación de un hecho cultural no se refiere solamente a la comprensión del funcionamiento social, sino que consiste también en averiguar porque existen los hechos culturales. Sobre estas bases Malinowiski construye una teoría de la cultura como sistema capaz de responder a la satisfacción de las necesidades humanas. Distingue tres necesidades:
a) Las necesidades básicas (alimentación, vivienda).
b) Las necesidades derivadas que resultan de la vida en grupo. (Educación, comunicación).
c) Las necesidades integradoras o sintéticas (religión).
A cada tipo de necesidad corresponde una respuesta cultural. El análisis de la cultura debe permitir comprender como cada uno de sus elementos, puede contribuir a la satisfacción de un tipo de necesidades. Fundamentalmente, la cultura es pues un instrumento de supervivencia biológica. El ejemplo de la Kula (Malinowiski 1963), permite captar esta relación entre necesidad y cultura.
La KULA: es un sistema elaborado de intercambios que estructura toda la vida social y cultural de los Trobiandeses. Se trata de un tipo de transacción de objetos preciados, como collares rojos y brazaletes blancos confeccionados con conchas. Este sistema de intercambios, que se desarrolla en un circuito particular, destaca no sólo las características psicológicas de la personalidad trobiandesa, confianza en sí mismo, habilidad y generosidad, sino una valoración social ligada a tal intercambio. Así la Kula constituye una institución central en la medida que condiciona todos los demás aspectos de la vida social; los intercambios económicos tienen lugar en ocasión de la Kula; un aspecto esencial de la tecnología está también orientado hacia ésta. Al igual que sucede con las actividades rituales, que cobran todo su sentido en las transacciones semestrales de collares y brazaletes.
Aunque la teoria de Malinowiski haya sido objeto de muchas críticas referidas a su concepción de las necesidades, ha mostrado sin embargo que en una cultura todo se relaciona. Cualquiera sea el aspecto que se aborde, se encuentra siempre la totalidad de una sociedad que funciona como un conjunto significativo.
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